viernes, 29 de diciembre de 2017

CENTURIÓN, su fe mueve montaña



Al entrar en Cafarnaún, se le acercó un centurión, rogándole":
"Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente".
Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo".
Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.
Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: 'Ve', él va, y a otro: 'Ven', él viene; y cuando digo a mi sirviente: 'Tienes que hacer esto', él lo hace".
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.
Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos".
En cambio, los herederos del Reino serán arrojados afuera, a las tinieblas, donde habrá llantos y rechinar de dientes".
Y Jesús dijo al centurión: "Ve, y que suceda como has creído". Y el sirviente se curó en ese mismo momento.
Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre.
Le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y se puso a servirlo.
Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y él, con su palabra, expulsó a los espíritus y curó a todos los que estaban enfermos,
para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: El tomó nuestras debilidades y cargó sobre sí nuestras enfermedades. (Palabra del Señor)

Pequeños detalles, palabras, personas, hechos que nos ponen en un lugar muy cercano a Jesús. Claro que para eso hay que tener voluntad, solo voluntad, pues Dios hace el resto.
Aquel centurión, era alguien que no era de los religiosos del lugar. Es un extranjero, un pagano, alguien que no es del “palo” como decimos.

Solo contó el problema a Jesús. No pidió nada. No fue Jesús,  el Banco nacional donde uno va a pedir, o el cajero automático donde se saca efectivo y chau, nunca vamos a volver emocionalmente a él. No es un monedero social donde se saca lo que se necesita. Jesús es Dios.

Da a entender que la gente, sencilla, común,  sabía que no era necesario pedir las cosas a Jesús: bastaba (basta) con comunicarle el problema. Jesús hacía ( ¡hace!) el resto. Una actitud de exquisita confianza por parte del centurión. ¿Es nuestra actitud?


Ante esto, Jesús responde también con extrema rapidez: voy a verlo, yo mismo iré a curarlo…uh no Señor, no hace falta. 
Dejarás mucha gente sin atención…parece como que se siente uno indigno ante tamaño acto de generosidad de Jesús. 

 Habrá pensado aquel centurión en todo lo que debía recorrer, atravesar, las molestias, el calor, el frío, una casa sin arreglar,  sin esperar a ilustre visitante, caminar,… no, era mucho. Y creo firmemente que una palabra tuya bastará, le dice el Centurión…No le digas a Dios que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios, dice el refranero popular



Ese otro pequeño detalle dicho casi al pasar, la respuesta de Jesús: "Ve, y que suceda como has creído.

No sé a vos, pero a mí me cuestiona mucho la fe, la confianza en Él. El centurión demostró que la fe,  no es un conjunto de normas, de reglas a cumplir, de ritos a participar, de catequesis a aprender. Que la fe es encuentro, es confianza, es tú a tú con Él. Que el mensaje de Jesús es una experiencia profunda de Dios que responde a lo que el corazón humano desea y anhela y sueña. Y eso va más allá de la religión, de la norma a cumplir porque son cosas del corazón y del alma que quiere, que desea la luz de esperanza.



Otro detalle: Jesús cura a la suegra de Pedro y esta se pone a servir. Cuando nuestra alma está enferma, mira solo para
adentro, solo su interés, se olvida de los demás. ¿Cuántas veces Jesús nos ha curado? Y ¿Cuántas veces hemos vuelto a dejarnos ganar por el egoísmo? ¿No será que una vez sanados, no hemos partido inmediatamente a pensar en el otro, no nos hemos puesto a servir?  Solo nos hemos quedado tomando vitaminas para no volvernos a enfermar y eso no basta, hay que salir, luchar, mirar al otro, tocar su enfermedad, servir en lo que sea aun en lo pequeño, en la calle, en el colectivo, desprendiéndonos de algo, dándoselo a quien lo necesita, sirviendo a Jesús en el hermano que sufre frío, soledad, dolor.


Otro detalle entre tantos más: El toma nuestras debilidades y carga sobre sí nuestras enfermedades. No es solo remitiéndonos al texto del profeta, en pasado. Es hoy, joven, es hoy. Mamá, es hoy, papá, es hoy. Trabajador que sufres por llegar a fin de mes, es hoy. Enfermo, enferma, es hoy. A vos y a mí nos dice de nuevo: tomo tu debilidad y cargo sobre mí, tus enfermedades.

¡¡Gracias Jesús!!


Buena jornada para todos.

Follow Us


Ley del Señor




5o día de la Octava de Navidad


Epístola I de San Juan 2,3-11. 
Queridos hermanos:
La señal de que lo conocemos, es que cumplimos sus mandamientos.
El que dice: "Yo lo conozco", y no cumple sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Pero en aquel que cumple su palabra, el amor de Dios ha llegado verdaderamente a su plenitud. Esta es la señal de que vivimos en él.
El que dice que permanece en él, debe proceder como él.
Queridos míos, no les doy un mandamiento nuevo, sino un mandamiento antiguo, el que aprendieron desde el principio: este mandamiento antiguo es la palabra que ustedes oyeron.
sin embargo, el mandamiento que les doy es nuevo. Y esto es verdad tanto en él como en ustedes, porque se disipan las tinieblas y ya brilla la verdadera luz.
El que dice que está en la luz y no ama a su hermano, está todavía en las tinieblas.
El que ama a su hermano permanece en la luz y nada lo hace tropezar.
Pero el que no ama a su hermano, está en las tinieblas y camina en ellas, sin saber a dónde va, porque las tinieblas lo han enceguecido.

Salmo 96(95),1-2a.2b-3.5b-6. 
Canten al Señor un canto nuevo,
cante al Señor toda la tierra;
canten al Señor, bendigan su Nombre.

Día tras día, proclamen su victoria.
Anuncien su gloria entre las naciones,
y sus maravillas entre los pueblos.

No son más que apariencia,
en su presencia hay esplendor y majestad,
en su Santuario, poder y hermosura.



Evangelio según San Lucas 2,22-35. 
Cuando llegó el día fijado por la Ley de Moisés para la purificación, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor,
como está escrito en la Ley: Todo varón primogénito será consagrado al Señor.
También debían ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o de pichones de paloma, como ordena la Ley del Señor.
Vivía entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que era justo y piadoso, y esperaba el consuelo de Israel. El Espíritu Santo estaba en él
y le había revelado que no moriría antes de ver al Mesías del Señor.
Conducido por el mismo Espíritu, fue al Templo, y cuando los padres de Jesús llevaron al niño para cumplir con él las prescripciones de la Ley,
Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios, diciendo:
"Ahora, Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo has prometido,
porque mis ojos han visto la salvación
que preparaste delante de todos los pueblos:
luz para iluminar a las naciones paganas y gloria de tu pueblo Israel".
Su padre y su madre estaban admirados por lo que oían decir de él.
Simeón, después de bendecirlos, dijo a María, la madre: "Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción,
y a ti misma una espada te atravesará el corazón. Así se manifestarán claramente los pensamientos íntimos de muchos".


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por : San Buenaventura
Recibe al Niño en tus brazos



Follow Us


Facebook Twitter Google+ Addthis LinkedIn Pinterest

Simon Bolivar


FELICIDADES
SIMÓN BOLÍVAR



Follow Us


Facebook Twitter Google+ Addthis LinkedIn Pinterest



Iglesia La Milagrosa, Prado Maria - Caracas




Follow Us


Facebook Twitter Google+ Addthis LinkedIn Pinterest



No temas,







Evangelio según San Lucas 12,32-48. 
No temas, pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino.
Vendan sus bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla.
Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón.
Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"
Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada".
Pedro preguntó entonces: "Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros o para todos?".
El Señor le dijo: "¿Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno?
¡Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo!
Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: 'Mi señor tardará en llegar',
y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, 
su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma suerte que los infieles. 
El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. 
Pero aquel que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más." 



Leer el comentario del Evangelio por : San Cipriano 
“Estad a punto”




Follow Us


Facebook Twitter Google+ Addthis LinkedIn Pinterest





sábado, 23 de diciembre de 2017

El Gran Poder de Dios: Comenzó a Bendecir a DIOS

Evangelio según San Lucas 1,57-66. 
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. 
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. 
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; 
pero la madre dijo: "No, debe llamarse Juan". 
Ellos le decían: "No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre". 
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. 
Este pidió una pizarra y escribió: "Su nombre es Juan". Todos quedaron admirados. 
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. 
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: "¿Qué llegará a ser este niño?". Porque la mano del Señor estaba con él.


Evangelio según San Lucas  1,57-66.   C uando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo.  Al enterarse sus veci...

viernes, 22 de diciembre de 2017

El Gran Poder de Dios: "Mi alma canta la grandeza del Señor"


Evangelio según San Lucas 1,46-56.  María dijo entonces:  "Mi alma canta la grandeza del Señor,  y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador,  porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora.  En adelante todas las generaciones me llamarán feliz".  Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas:  ¡su Nombre es santo!  Su misericordia se extiende de generación en generación  sobre aquellos que lo temen.  Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón.  Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.  Colmó de bienes a los hambrientos  y despidió a los ricos con las manos vacías.  Socorrió a Israel, su servidor,  acordándose de su misericordia,  como lo había prometido a nuestros padres,  en favor de Abraham y de su descendencia para siempre".  María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa.

El Gran Poder de Dios: "Mi alma canta la grandeza del Señor":

Evangelio según San Lucas 1,46-56. 
María dijo entonces: 
"Mi alma canta la grandeza del Señor, 
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, 
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. 
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz". 
Porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: 
¡su Nombre es santo! 
Su misericordia se extiende de generación en generación 
sobre aquellos que lo temen. 
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. 
Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. 
Colmó de bienes a los hambrientos 
y despidió a los ricos con las manos vacías. 
Socorrió a Israel, su servidor, 
acordándose de su misericordia, 
como lo había prometido a nuestros padres, 
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre". 
María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. 

martes, 19 de diciembre de 2017

junquito04123605721: CUMPLEAÑOS DE JULIO BARROETA

junquito04123605721: CUMPLEAÑOS DE JULIO BARROETA:
CUMPLEAÑOS DE JULIO BARROETA
 Eres lo máximo...
te deseo mucha salud.......dinero y prosperidad abundancia y suministros































«nunca salga para su trabajo sin antes oír, muy de madrugada, la Santa Misa y encomendarse a Dios