Carta de San Pablo a Tito 1,1-9.
Salmo 24(23),1-2.3-4ab.5-6.
Evangelio según San Lucas 17,1-6.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Isaac de Stella (¿-c.1171), monje cisterciense
Sermón 31 : PL 194, 1792-1793
Perdonar siete veces cada día
Carta de Pablo, servidor de Dios y Apóstol de Jesucristo para conducir a los elegidos de Dios a la fe y al conocimiento de la verdadera piedad,
con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente,
y a su debido tiempo, él manifestó su Palabra, mediante la proclamación de un mensaje que me fue confiado por mandato de Dios, nuestro Salvador.
A Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, le deseo la gracia y la paz que proceden de Dios, el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.
Te he dejado en Creta, para que terminaras de organizarlo todo y establecieras presbíteros en cada ciudad de acuerdo con mis instrucciones.
Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía.
Porque el que preside la comunidad, en su calidad de administrador de Dios, tiene que ser irreprochable. No debe ser arrogante, ni colérico, ni bebedor, ni pendenciero, ni ávido de ganancias deshonestas,
sino hospitalario, amigo de hacer el bien, moderado, justo, piadoso, dueño de sí.
También debe estar firmemente adherido a la enseñanza cierta, la que está conforme a la norma de la fe, para ser capaz de exhortar en la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.
con la esperanza de la Vida eterna. Esta Vida ha sido prometida antes de todos los siglos por el Dios que no miente,
y a su debido tiempo, él manifestó su Palabra, mediante la proclamación de un mensaje que me fue confiado por mandato de Dios, nuestro Salvador.
A Tito, mi verdadero hijo en nuestra fe común, le deseo la gracia y la paz que proceden de Dios, el Padre, y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.
Te he dejado en Creta, para que terminaras de organizarlo todo y establecieras presbíteros en cada ciudad de acuerdo con mis instrucciones.
Todos ellos deben ser irreprochables, no haberse casado sino una sola vez y tener hijos creyentes, a los que no se pueda acusar de mala conducta o rebeldía.
Porque el que preside la comunidad, en su calidad de administrador de Dios, tiene que ser irreprochable. No debe ser arrogante, ni colérico, ni bebedor, ni pendenciero, ni ávido de ganancias deshonestas,
sino hospitalario, amigo de hacer el bien, moderado, justo, piadoso, dueño de sí.
También debe estar firmemente adherido a la enseñanza cierta, la que está conforme a la norma de la fe, para ser capaz de exhortar en la sana doctrina y refutar a los que la contradicen.
Salmo 24(23),1-2.3-4ab.5-6.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella,
el mundo y todos sus habitantes,
porque Él la fundó sobre los mares,
Él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor
y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón;
el que no rinde culto a los ídolos.
Él recibirá la bendición del Señor,
la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor,
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
el mundo y todos sus habitantes,
porque Él la fundó sobre los mares,
Él la afirmó sobre las corrientes del océano.
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor
y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón;
el que no rinde culto a los ídolos.
Él recibirá la bendición del Señor,
la recompensa de Dios, su Salvador.
Así son los que buscan al Señor,
los que buscan tu rostro, Dios de Jacob.
Evangelio según San Lucas 17,1-6.
Jesús dijo a sus discípulos: "Es inevitable que haya escándalos, pero ¡ay de aquel que los ocasiona!
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería."
Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de moler y lo precipitaran al mar, antes que escandalizar a uno de estos pequeños.
Por lo tanto, ¡tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo.
Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: 'Me arrepiento', perdónalo".
Los Apóstoles dijeron al Señor: "Auméntanos la fe".
El respondió: "Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijeran a esa morera que está ahí: 'Arráncate de raíz y plántate en el mar', ella les obedecería."
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Isaac de Stella (¿-c.1171), monje cisterciense
Sermón 31 : PL 194, 1792-1793
«Sobrellevaos mutuamente con amor» (Ef 4,2). Es la misma ley de Cristo. Cuando percibo que mi hermano tiene algo incorregible, a causa de dificultades o enfermedades físicas o morales ¿por qué no soportarle con paciencia, por qué no consolarle de todo corazón, tal como dice la Escritura: «Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las rodillas las acariciarán» (Is 66,12)? ¿Será porque me falta aquella caridad que lo soporta todo, que es paciente para aguantarlo todo, indulgente para amar? (cf 1Co 13,7). Sea como sea esta es la ley de Cristo que en su Pasión «ha llevado nuestros sufrimientos» y según su misericordia «ha cargado con nuestros dolores» (Is 53,4), amando a los que soportaba, soportando a los que amaba.
Por el contrario, aquél que se muestra agresivo frente a su hermano que se encuentra con alguna dificultad, aquél que tiende una trampa a su debilidad, sea la que sea, manifiestamente se somete a la ley del diablo y la cumple. Seamos, pues, mutuamente compasivos y llenos de amor fraterno, soportemos las debilidades y persigamos los vicios... cualquier forma de vida que nos permita percatarnos muy sinceramente del amor a Dios y, por él, al amor del prójimo –sea cual sea el hábito y las observancias- es muy agradable a Dios.
Por el contrario, aquél que se muestra agresivo frente a su hermano que se encuentra con alguna dificultad, aquél que tiende una trampa a su debilidad, sea la que sea, manifiestamente se somete a la ley del diablo y la cumple. Seamos, pues, mutuamente compasivos y llenos de amor fraterno, soportemos las debilidades y persigamos los vicios... cualquier forma de vida que nos permita percatarnos muy sinceramente del amor a Dios y, por él, al amor del prójimo –sea cual sea el hábito y las observancias- es muy agradable a Dios.