Hace 47 años cerró sus ojos al plano material, la noble Madre María de San José. Su muerte, ocurrida bajo el cobijo de su amada congregación, marcó el sendero que años después colocaría su imagen sobre una fachada del Vaticano, donde fue convertida en beata de Venezuela.
Vía: padrechulalo.blogspot.com
Laura Evangelista Alvarado Cardozo, conocida como la Madre María de San José, o simplemente como Madre María, nació en Choroní, un 25 de abril de 1875 y falleció un 2 de abril de 1967. Es Beata de la Iglesia Católica originaria del entonces estado Guzmán Blanco, actual territorio aragüeño.
Desde muy joven tuvo una vida dedicada a Dios y al servicio de los más necesitados. El 7 de julio de 1995 se convirtió en la primera beata venezolana. Fundadora en Venezuela de la congregación de las Hermanas Agustinas Recoletas. Fueron sus padres Clemente Alvarado y Margarita Cardozo. Los estudios primarios los inició en su pueblo natal y los culminó en Maracay. Desde muy temprana edad se dedicó a la enseñanza y la preparación de los niños que recibían la Primera Comunión. En noviembre de 1893, al ser fundado el hospital San José por el presbítero Vicente López Aveledo, párroco de Maracay, se dedicó al cuidado de los enfermos como hermana hospitalaria y junto con otras jóvenes de igual vocación, el 22 de enero de 1901 fue consagrada como hermana hospitalaria agustina, adoptando el nombre de Sor María de San José.
Vicente Paúl, de La Victoria, fundado en mayo de 1902, el asilo La Inmaculada Concepción de Maracay, fundado en febrero de 1905, el hospital Santa Ana, de Coro (1909), el hospital Mercedes, de Calabozo (1910), el asilo San José de Barquisimeto (1918) y otros hospitales, albergues para ancianos, orfelinatos, escuelas y colegios de Los Teques, San Felipe, Caracas, Tinaquillo, Coro, Maracaibo, Valencia, Nirgua, Puerto Cabello, durante las décadas siguientes.
Como miembro fundadora de las Hermanas Agustinas Recoletas, la Madre María de San José, redactó sus Constituciones, que fueron aprobadas el 31 de agosto de 1931 por el arzobispo Felipe Rincón González. En 1950 la congregación fue agregada a la orden de los recoletos de San Agustín y tomó el nombre de Hermanas Agustinas
Recoletas del Corazón de Jesús. Dos años después dicha asociación fue elevada a congregación de derecho pontificio.
En 1966, hacia el fin de sus días, la Madre María de San José se proponía fundar dentro de la congregación una rama de hermanas dedicadas a la adoración perpetua del Santísimo Sacramento de la Eucaristía. En octubre de 1983, por solicitud del padre Romualdo Rodrigo, se inició su causa de canonización declarándosela Sierva de Dios (1985).
Luego de esto, el 7 de marzo de 1992, el papa Juan Pablo II declaró la heroicidad de sus virtudes, con lo cual adquirió el título de Venerable. Asimismo, tras comprobarse el milagro de curación que obró en la hermana Teresa Silva, enferma de osteoartrosis durante 26 años (1956-1982), el papa Juan Pablo II, en un acto realizado en la plaza San Pedro en Roma, la declaró beata (7.5.1995), convirtiéndose así, la madre María de San José, en la primera venezolana que alcanza tal jerarquía en Iglesia Católica.
elsiglo
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