Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica,
querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú,
quien en la tierra ardió con un amor tan intenso hacia tu Dios y mi Dios, y ahora
iluminas como una llama resplandeciente en el paraíso, obtén para mi también,
te lo ruego, un destello de ese mismo fuego ardiente y santo que me ayude a
olvidar
el mundo, las cosas creadas, aún a mí mismo, porque tu ardiente deseo era
verle adorado
por todos los hombres.Concédeme que todos mis pensamientos, deseos y
afectos sean
dirigidos siempre a hacer la voluntad de Dios, la Bondad suprema, aun estando
en gozo
o en dolor, porque Él es digno de ser amado y obedecido por siempre. Obtén
para mí esta
gracia, tú que eres tan poderosa con Dios: que yo me llene de fuego, como tú,
con el santo
amor de Dios. Amén.
(Oración a Santa Teresa de Jesús de San Alfonso María de Ligori).
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